En ocasiones nos resulta muy difícil pasar a la acción, tenemos ideas, sueños, metas… pero luego a la hora de dar el primer paso nos agobiamos, lo posponemos o nos centramos en los obstáculos, dejando que nuestros miedos nos frenen.
Hoy voy a dejar unas pautas que nos pueden ayudar a pasar nuestras intenciones al plano de lo real, te invito a que lo practiques y veas los resultados.
1- Fijarse metas. Anotarlas en un papel o en el ordenador si lo prefieres, haz dibujos pon recortes que te recuerden tu motivación por conseguirlas y tenerlas presentes. Revisa de vez en cuando tus objetivos, pues estos solamente son útiles si te llevan dónde tú quieres ir.
2- Divide tu meta en objetivos parciales y céntrate en el siguiente paso a dar. Muchas veces cuando nos proponemos algo importante, nos agobiamos al ver todo lo que queda por hacer. Lo mejor es centrarse sólo en un paso, el que tienes que dar a continuación. Aunque siempre tengas en mente el destino final, centrarte en el siguiente paso a dar hará que te resulte más fácil empezar e ir avanzando.
3- Fija un plazo muy preciso, esto es esencial para que la meta que ya está presente en tu cabeza se concrete y pases a la acción.
4- Visualízate realizando tu meta, superando los obstáculos que surjan. Y visualiza el resultado final, cuando consigues tus objetivos. Recuérdate constantemente por qué quieres lograr tus proyectos. Una vez que tengas claro por qué tus proyectos son importantes para ti, el cómo no será un problema sino un mero obstáculo. Además, el hecho de saber lo que quieres y qué pasos tienes que dar para conseguirlo es algo que te hará sentir motivado casi sin quererlo.
5- Celebra cada pequeño avance. Dales fuerza con un ¡Bien! o una celebración, pero dales bombo, esto te ayudará a seguir motivado. Las grandes victorias están constituidas de pequeñas victorias.
6- Si te falla la fuerza de voluntad o las cosas no salen como esperabas, no desistas, piensa que es parte del proceso. Utiliza esa mala experiencia para visualizar qué puedes mejorar y cómo puedes superar los obstáculos.
Cuando por los años no puedas correr, trota; cuando no puedas trotar, camina; cuando no puedas caminar usa el bastón, ¡pero nunca te detengas!
7- Buscarte un compañero puede ayudar. Alguien con el mismo objetivo, con quien puedas animarte y apoyarte mutuamente o compartir tus preocupaciones.
8- Si realmente quieres un cambio duradero en tu vida, crea hábitos saludables que sustituyan a viejos. Cuando introduces una actividad en tu rutina diaria haciéndola de la misma manera y a la misma hora cada día, esa actividad se convierte rápido en un hábito.
Crear un hábito nuevo siempre requiere un gran esfuerzo, la clave está en la perseverancia y el compromiso. Cultiva tu fuerza de voluntad
Una vez que hemos conseguido practicar el nuevo comportamiento o hábito durante varios días dejará de requerir tanto esfuerzo, te saldrá casi de forma automática y puede que incluso empieces a disfrutar haciéndolo.
9- No te pongas límites. Cuándo te atreves a salir de tu círculo de comodidad y explorar lo desconocido, empiezas a liberar tu verdadero potencial humano.
A veces estamos esperando que los demás tiren de nosotros y de que nos hagan felices. Nos tenemos que responsabilizar de nosotros mismos. Tenemos voluntad y libertad para hacer aquello que queremos hacer aunque a veces nos busquemos excusas.
10- Y para el final el consejo más importante: No te olvides de disfrutar de las vistas que ofrece el camino.
La alegría es la emoción más capacitante, nos permite explorar, crecer, y desarrollarnos, sin miedos, con confianza y apertura. ¡Tomarte las cosas con humor y optimismo hace la vida más fácil y agradable!
Me ha encantado María!!
¡Que bien! Me anima saber que te resultó interesante!!